Cualquier trato con alimentos o sustancias para la ingesta o medicamentos, necesita un control de calidad exhaustivo, y ahí la temperatura es un factor absolutamente clave. La temperatura nos determina el estado de conservación del producto, y si se superan ciertos umbrales, se puede acabar degradando el producto y las consecuencias pueden ser nefastas para las personas, con intoxicaciones alimentarias.
La nevera y los congeladores son las dos cámaras de conservación más importantes, y en las que se debe tener un control exhaustivo de la temperatura interior, para evitar que los alimentos se pongan malos.
La temperatura del agua es un parámetro básico de control, tanto para la salud humana como para diferentes actividades de ocio. Para medir la temperatura en líquidos utilizamos termómetros un poco más especiales de lo normal.
Estos termómetros deben soportar temperaturas muy elevadas, que pueden superar incluso los 500ºC. Se usan para el control de temperatura dentro de hornos o calderas, dentro de los cuales se pueden alcanzar temperaturas muy elevadas. Necesitaremos ese control de temperatura para ajustar la cocción de los alimentos. Lo más corriente es que sean termómetros analógicos, excepto aquellos que ya incorporan los propios hornos.
Para controlar la temperatura de cocción dentro de los alimentos, necesitaremos un termómetro con sonda de penetración, y que también pueda alcanzar temperaturas de más de 200ºC. Estos termómetros pueden ser analógicos o digitales, pero actualmente los termómetros digitales ofrecen mucha más prestaciones, incluso discriminando el tipo de alimento que queremos medir.
Para el control de temperatura en caldera, se usan los termómetros analógicos de caldera o tintoreros, estos termómetros también disponen de un rango de temperatura superior a los 100ºC
Los termómetros por infrarrojos son únicamente digitales, y se utilizan para medir la temperatura en la superficie de los objetos. Son válidos tanto para rangos de bajas como de altas temperaturas, aunque pueden llegar a medir incluso temperaturas de hasta 1000ºC.
Son dispositivos muy usados en el sector alimentario y sector industrial, permiten una medición a cierta distancia y permiten una mayor seguridad, sobretodos si tratamos con productos inflamables, corrosivos o de rápida reacción.
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