Las plantas y por extensión los cultivos dependen un 100% de las condiciones del entorno para poderse desarrollar debidamente. Todos los parámetros ambientales y del terreno pueden llegar a ser un factor limitante para el crecimiento si se superan ciertos límites críticos.
En agricultura es fundamental el control de:
Otros factores meteorológicos, como el viento también pueden ser determinantes en caso de valores de racha muy altos o asociadas a tormenta. En caso de tormenta, otro factor crítico es el granizo.
Para controlar todas estas variables utilizamos el instrumental meteorológico, bien sea el analógico tradicional o las actuales y modernas estaciones meteorológicas automáticas. La finalidad es conocer los valores de cada variable a tiempo real y poder anticiparnos a aquellos valores críticos o de riesgo para nuestro cultiva.
Otra finalidad es la del control climático, es decir, el comportamiento "normal" de las variables meteorológicas durante 30 años consecutivos, lo cual sirve para la caracterización climática de un lugar concreto o también una región.
El instrumental meteorógico para fines agrícolas se debe instalar entre 1,5 y 2m sobre el nivel del suelo en aquellos sensores ambientales. En otros sensores se puede instalar en la superficie del suelo o incluso en el subsuelo.
En temperatura consideramos valores de riesgo aquellos que afectan directamente al desarrollo de la planta e incluso pueden llegar a matar al cultivo. Para un vegetal siempre serán más peligrosos los valores muy bajos de temperatura, por debajo de 0, cuando las heladas influyen notablemente en las primeras etapas del crecimiento. Si se congelan los tejidos y células internas, estas se rompen y provocan la necrosis o muerte celular.
Determinados árboles y plantas , dependen directamente de las horas de frío o calor acumuladas (grados-día) para asegurar una buena producción. Un ejemplo muy claro son los frutales.
La precipitación va directamente relacionada con la disponibilidad hídrica, por lo tanto una falta de lluvia implica una situación de sequía, la cual afectará notablemente al crecimiento de la planta. Sin agua, los cultivos perecen.
Determinadas variables nos pueden servir para el control más específico de parámetros críticos para el desarrollo de plagas y enfermedades. Una de estas variables es la humedad relativa.
Sabemos que con valores de humedad alta, los patógenos bien sean hongos o bacterias, tienen un caldo de cultivo muy bueno para desarrollarse. Sobretodo en épocas de lluvias abundantes, un control efectivo de humedad nos puede evitar males mayores.
Otras variables a destacar son el viento y la radiación solar. El viento afecta cuando las rachas son extremas, y no tanto en el crecimiento como en la caída de los frutos y la rotura de ramas o tumbado de espigas en cereales. La radiación solar puede tener efectos tanto en niveles bajos como altos, la radiación es esencial para la fotosíntesis y crecimiento vegetal, pero un exceso puede provocar deshidratación y quemaduras foliares.
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