En Raig ofrecemos al cliente una gran variedad de instrumentos científicos, desde la iniciación hasta el uso puramente profesional. El trato diario con los clientes nos demuestra muchos días que ciertas trivialidades, aún están poco asumidas.
Lo primero que deberíamos hacer todos ante estrenar un instrumento, es leer el manual de instrucciones. Este primer paso, que comprendemos que a veces es pesado y poco agradable, suele resolver infinidad de errores triviales. Lo cierto es que nadie de nosotros nace enseñado o con un manual de instrucciones bajo el brazo, y necesitamos adquirir ese conocimiento si queremos sacar todo el partido a ese recurso que acabamos de comprar.
Lo segundo que debemos hacer es pensar antes de usar. Pensar para que vas a usar el instrumento, para lo que sirve y cómo lo vas a poner en marcha. Este paso es importantísimo y requiere calma, sin ansias. Si superamos estos dos puntos, ya tenemos mucha parte ganada.
Uno de los errores más importantes al poner en marcha el instrumental (digital) esta relacionado con la fuente de alimentación, sean pilas, baterías o conexión a la corriente.
Aunque el instrumento lleve baterías incluidas debemos revisar:
- Estado de las pilas (cargadas)
- Estado de la(las) baterías (cargadas)
- Revisar si llevan algún plástico o protección para evitar el desgaste y luego sacarlo
- Procedimiento correcto de encendido y comunicación (en sensores)
Hemos superado el primer paso de puesta en marcha, instalamos el equipo y nos disponemos a utilizarlo. Entonces encontramos algo que nos impide el funcionamiento o no tenemos el resultado que queríamos. ¿Que esta pasando?
Aquí nos encontramos un gran número de errores "tontos" y de fácil solución:
En óptica un error muy evidente, común y comprensible es empezar a utilizar el prismático, telescopio terrestre, microscopio etc... sin haber sacado las tapas de los oculares o objetivos, si, no os preocupéis, nos ha pasado a todos.
En meteorología los errores más comunes vienen dados de la instalación del instrumental. Por ejemplo la instalación de sensores de temperatura a pleno sol, la orientación correcta de la veleta (siempre al norte) o del sensor de radiación (siempre al sur), algún obstáculo cerca del pluviómetro etc...
En observación astronómica, estos errores noveles acostumbran a ser errores de montaje o orientación del telescopio. Quizás el principal error a asumir es que solo podemos observar la parte de cielo que tenemos visible. Es una obviedad, pero siempre la debemos tener presente.
Finalmente siempre cabe la opción de que determinado producto, realmente no funcione bien. Por eso mismo los productos tienen garantía de fabricación.
Ante este problema se recomienda manipular lo mínimo posible el instrumento, devolverlo a la tienda y acogerse a la garantía del producto para devolverlo a fábrica o al servicio técnico. En la mayoría de ocasiones, la manipulación del producto hace perder la garantía. En instrumentos cómo los de óptica, cualquier manipulación interna de las lentes, altera el producto y este quedará fuera de garantía.
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